miércoles, 26 de mayo de 2010

efectos medicamentosos (fabiolahs)

Efectos medicamentosos


El SNC es más sensible a medicamentos que otras células del organismo. Algunos medicamentos pueden estimular la actividad del SNC, impidiendo el sueño.

Algunos fármacos desorganizan la actividad del SNC, ocasionando percepciones deformadas o alucinaciones. Determinados fármacos, pueden alterar el funcionamiento del SNC si son tomados de modo habitual durante cierto periodo de tiempo, de tal modo que el SNC no puede funcionar normalmente en su ausencia: se trata en ese caso de adicción.

Los fármacos psicótropos serán considerados en la sección relativa al tratamiento físico de las psicosis.

Estimulantes.- los estimulantes aumentan el metabolismo de las células del SNC e incrementan su excitabilidad.

El cuerpo se adapta a estos últimos fármacos, de modo que su supresión ocasiona un nivel de actividad del SNC más bajo que el normal.

Las pequeñas dosis de cafeína aumentan el rendimiento en tareas psicomotoras, sin embargo las dosis que exceden de los niveles individuales de tolerancia pueden ocasionar indigestión, nerviosismo e insomnio.

La nicotina es un estimulante selectivo, que conduce a una actividad aumentada por parte del SNC. Ello da lugar a un aumento de la frecuencia cardiaca, a vasoconstricción periférica, a la liberación de glucosa a partir del hígado y de los músculos. Estos efectos dependen de la tolerancia que el individuo haya desarrollado mediante el hábito de fumar y de la cantidad que inhale.

El humo del tabaco contiene carcinógenos que irritan a los tejidos y predisponen por tanto a los mismos al cáncer.

Bencedrina.- es el nombre comercial para designar a la anfetamina: reduce el tamaño de la mucosa al contraer sus vasos sanguíneos, aumentando así la amplitud de los conductos nasales, haciendo que se respire mejor, cuando están obstruidos por un resfriado. Sus efectos colaterales tóxicos han dado lugar a sordera y alteraciones nerviosas.

Su uso se ha restringido debido a que aumenta el metabolismo y disminuye el apetito, es utilizada como un medio auxiliar para disminuir de peso.

Como estimulante, la anfetamina y sus derivados pueden utilizarse para combatir depresiones psicógenas, o bien el bajo nivel metabólico causado por la insuficiencia tiroidea.

Fármacos depresores.- los fármacos que deprimen la actividad del SNC pueden actuar de diversos modos. Los sedantes y los hipnóticos producen una disminución general de la actividad del SNC, causando depresión general de la actividad nerviosa y sueño.

Los fármacos analgésicos alivian dolores más generalizados, sin causar inconsciencia. Muchos de éstos fármacos ocasionan adicción (no sucede así con la aspirina). Los fármacos paralizantes no actúan en absoluto sobre el SNC, sino que bloquean la transmisión neuromuscular, produciendo una completa relajación de la musculatura corporal.

Después de tomar estos fármacos se puede experimentar una sensación inicial de euforia, cuando el SNC intenta contrarrestar sus efectos con una sobreexcitación, pero el resultado de una dosificación intensa da lugar siempre a una inconsciencia. La ingestión de la suficiente cantidad de cualquier fármaco depresor desorganiza la coordinación y el pensamiento abstracto debido a que los fármacos depresores afectan habitualmente en primer lugar a los centros cerebrales más elevados.

El alcohol etílico está contenido en la cerveza, vino, licores, etc. Los efectos del alcohol sobre el SNC dependen de la concentración de alcohol en la sangre y en los líquidos tisulares. El contenido de alcohol en sangre depende a su vez de: 1) cantidad ingerida, 2) velocidad de eliminación, 3) volumen del individuo.

La cuantía de eliminación depende en gran medida del metabolismo. Los estimulantes (cafeína) combaten más bien los efectos depresores del alcohol sobre el SNC.

Algunos estudios informan que el alcohólico parece menos capaz de tolerar ansiedad que los sujetos no alcohólicos y se convierte en dependiente del alivio que con respecto a la ansiedad que le proporciona el alcohol.

El alcoholismo causa con frecuencia deficiencias en la nutrición ya que reduce el apetito al proporcionar azúcar sanguíneo inmediatamente utilizable, pero sin que proporcione las grasas, proteínas y vitaminas que necesita el organismo. El alcohol afecta a los niveles superiores del SNC en primer lugar, alterando las funciones corticales, mientras que las funciones vitales del bulbo raquídeo (respiración) continúan intactas, incluso después de que el individuo está alcoholizado.

Uno de los compuestos que resultan de la descomposición del alcohol en glucosa, por el hígado, es el aceltaldehído.

La dopamina incompletamente destruida se combina con el aceltaldehído para formar un compuesto designado como tetrahidropapaverolina (TPH). Es uno de los componentes centrales de la morfina, la cual es una droga que produce intensa adicción. Un efecto colateral adicional del alcohol es el reducir el sueño REM.

La cocaína es un potente estimulante del SNC que ocasiona oscilaciones del estado de ánimo, desde la euforia hasta la depresión, efectos semejantes a los de la adrenalina sobre el SNC, insomnio, pérdida de peso, y alucinaciones sensitivas en la piel.

Las drogas designadas como alucinógenos o psicotonógenas deforman la percepción y causan alucinaciones.

La LSD es una droga sintética que causa efecto a dosis mínimas. Produce extrañas percepciones, alucinaciones y un estado que con frecuencia se asemeja a la esquizofrenia catatónica, una psicosis.

Ciertas formas de LSD pueden causar lesiones cerebrales. Sus efectos parecen depender de la personalidad del que la consume.

La marihuana es una droga psicotonógena, sus efectos principales consisten en leves distorsiones de la percepción y sobre todo de la percepción del tiempo.

Los neurohumores son sustancias que actúan como transmisores en la sinapsis. Se utilizan principalmente en la investigación del funcionamiento del SN

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